• Nombre oficial: Annapurna
  • Significado del nombre: Diosa de la abundancia
  • Altura: 8.091  m. Es la décima montaña más alta del mundo.
  • Lugar: : Cordillera del Himalaya – Nepal     
  • Año de la Expedición: 2007
  • Integrantes de la expedición: : Edurne Pasabán, Asier Izaguirre, Fernado Gonzáles-Rubio, Ferrán Latorre, Iván Vallejo.

ANNAPURNA

Una de Cal y otra de Arena

Campo Base del Annapurna, lunes 14 de Mayo de 2007.

 Queridos amigos (as) del Ecuador y del mundo, reciban un cariñoso saludo desde el CB del Annapurna. Me comunico nuevamente con ustedes para ponerles al tanto del desarrollo de nuestra expedición, tal como reza el título de este envío hoy tengo buenas y malas noticias.

Comenzaré por lo segundo.

El día de ayer domingo 13 de mayo, a las nueve de la mañana, se ha desprendido una avalancha de grandes proporciones sobre el Campo 2 del Dhaulagiri a unos 6 500 m de altitud. Desafortunadamente esa inmensa masa de nieve ha sepultado y matado a dos muy buenos amigos míos: Ricardo Valencia (Riki) y Santiago Sagaste (Santi).

Riki: Era de Salinas de Ibargoiti, Pamplona. Nuestra amistad nos unía desde el verano de  2003  cuando nos conocimos en Pakistán en la Cordillera del Karakorum. Estuvo en Ecuador a fines de ese año y escalamos juntos las montañas de mi país. Luego, en la primavera de 2004, subimos hasta la cima del Makalu la quinta montaña más alta del mundo con 8 463 m. Por el conocí y disfruté tanto de los Sanfermines del mismo 2004, cuánto entusiasmo, cuánta juerga, cuánto cariño. En el verano de 2005 coincidimos una vez más en las montañas de Asia para escalar la cumbre del Nanga Parbat a cuya cima llegamos el 26 de julio; de vuelta en el Campo Base lo celebramos bailando, tomando vino tinto y soñando con más horizontes y más cumbres. Volvió a Ecuador a fines del año pasado y juntos recibimos el año nuevo con orquesta y champaña, le acompañe una vez más a las cimas del Rucu Pichincha y del Chimborazo, después se fue para el Aconcagua preparándose para el Himalaya, precisamente.

Este amigo mío, Ricardo Valencia, ha muerto en el Dhaulagiri.

 Santi: Era de Aragón. Lo conocí en el 2004 y fue el compañero perfecto con quien escalé la complicada vía de la pared sur del Shisha Pangma (8 013 m). El no perseguía los ochomiles, su principal ilusión era única y expresamente escalar la ruta británica en la cara sur del Shisha. Dos años se preparó para acometer esa empresa, investigó mucho, afinó todos los detalles, se entrenó y lo logró. El 10 de octubre, a la una de la tarde, admiramos  juntos una parte del mundo desde la cima del Shisha Pangma. 

En la primavera de este año volvió a escuchar el llamado de las montañas más altas de la tierra. Le apostó por el Dhaulagiri. Este amigo mío, Santiago Sagaste, ha muerto en el Dhaulagiri. Por ahora se está intentando el rescate de los cuerpos para poder llevarlos de vuelta a Pamplona y Aragón.

 Paz en sus tumbas.

Les comparto ahora la buena noticia. 

 Finalmente hemos llegado, fijando cuerdas de seguridad, hasta el sitio del Campo 3 a  6 400 m de altitud. Como les había manifestado antes este tramo era para nosotros el más exigente y delicado,  ya lo hemos resuelto. Este trabajo lo realizamos el pasado jueves 10 y viernes 11 de mayo. El  jueves equipamos hasta 6 250 m, bregando por esas alturas hasta casi las cinco de la tarde, allí plantamos dos tiendas y pasamos una noche preciosa con un poquito más de un millón de estrellas encima de nuestras cabezas. Al día siguiente continuamos con la labor en unos recorridos muy empinados, unas veces nadando en medio de nieve tremendamente floja que me tragaba hasta la cintura, y otras escalando sobre un hielo duro como el mármol. Por fin, cerca de las dos de la tarde alcanzamos el sitio del Campo 3 a 6 400 m al pie de unos gigantescos bloques de hielo que marcan el inicio del camino que lleva hacia el Campo 4.

Después de dejar un depósito de carpas y material técnico en ese sitio, a las dos de la tarde, justo cuando empezaba una tormenta de nieve con aparato eléctrico y todo, comenzamos a bajar por las cuerdas que habíamos fijado unas horas antes. En medio de la tormenta y el chisporoteo de la carga eléctrica en nuestras piquetas de metal llegamos, gracias a Dios, al Campo 2. Descansamos un poco, comimos una lata de pulpo en aceite de oliva que nos vino de maravilla y continuamos hasta el CB. A las siete de la noche, por encima de un tapiz blanco precioso que cubría todo el valle, llegamos a nuestro buen puerto.

 LO QUE VIENE

 Habiendo asegurado la vía que nos lleva hasta el Campo 3, el siguiente paso es, Dios mediante, llegar a la cima del Annapurna. Ahora debemos esperar un parte meteorológico  que nos asegure por lo menos cuatro días de buen clima y entonces lanzarnos hacia el punto más alto de esta Diosa de la Abundancia, el Annapurna. Hasta tanto estaré por aquí por mi CB escribiendo una crónica para compartirles las vivencias de ese par de días inolvidables, luchando, bregando y trabajando por llegara hasta el sitio del Campo 3.

 Un gran abrazo desde el Annapurna.

 Nota: Les agradezco infinitamente por todos los mensajes que cariñosamente me han escrito a mi cuenta de correo o mi página web. Gracias por su apoyo, gracia por su tiempo.

Justito después de la cima

Sábado 26 de mayo de 2007

Campamento Base del Annapurna.

Queridos amigos (as) de Ecuador y del mundo, Annapurna proviene de dos palabras en sánscrito: Anna, que significa abundancia o cosecha y Purna, que quiere decir llena de o plena de.

La décima montaña más alta del mundo, el Annapurna, que a los occidentales nos suena como un nombre de mujer, Ana, acompañado del apellido Pureza, probablemente haciendo honor a su nombre sánscrito ha sido abundante, generosa y me ha permitido, junto con Andrew y Fernando, ser el cosechador de uno de los sueños más importantes de mi carrera deportiva: alcanzar su cima, llegar a su punto más alto y bajar con vida.

Cuando les escribo esta nota, hace apenas veinticuatro horas que he llegado de vuelta al CB, gracias a Dios sano, salvo y entero después de haber llegado a la cumbre de la Diosa de la Abundancia el día jueves 24 de mayo a las tres de la tarde y veinte minutos.

Como es lógico tengo esa mezcla de cansancio y de sosiego, lo uno por el desgaste físico y lo otro por la paz conmigo mismo. Mi cara, mis labios y mi lengua están quemados por el frío intenso, tengo muchas horas de sueño en deuda, mi estómago intenta recuperarse del sufrimiento al que debí someterlo. Ya estaré mejor, ya dormiré, ya volverá la salud. Mientras tanto agradezco, sólo agradezco la generosidad de la vida por permitirme cumplir uno de los sueños más bonitos que me he propuesto, con esta cima.

Mañana inicio el camino de regreso a Katmandú; como suelo decir, vuelvo a la incivilización, a ese lugar en el que vivo, al de mi día a día, porque aquí en el Annapurna solo estuve prestado por unas semanas para conjugar los tres verbos: 

Subir, sólo subir, para plantarme por un rato, y luego…

Bajar, sólo bajar.  Y finalmente…

Llegar, ojalá un poquito mejor ser humano que cuando partí hacia arriba. 

En Katmandú empezaré a escribir para ustedes lo que significó y lo que sentí al llegar a la cima de este bello Annapurna y lograr con esta cumbre, mi décimo tercera cima de más de ocho mil metros.

Un abrazo muy cálido desde mi carpa, cuando son un poco más de las once de la noche. Al fin y al cabo horas para dormir y recuperarme ya habrá de sobra. ¿Verdad?.