• Nombre oficial: GASHERBUM 2
  • Significado del nombre: Montaña hermosa o montaña luminosa
  • Altura: 8. 035 m. Es la décimo cuarta montaña más alta del mundo.
  • Lugar: Cordillera del Karakorum – Pakistán
  • Año de la Expedición: 2003
  • Integrantes de la expedición: Juanito Oiarzabal, Edurne Pasabán, Marianne Chaupizat, Josu Bereziartua, José Ramón Aguirre, Iván Vallejo.

GASHERBRUM 2

LA BANDERA Y UNA FOTOGRAFÍA PARA LA CUMBRE

A las dos y quince salen Juanito y Edurne desde la otra tienda. Nosotros nos tomamos un poco más de tiempo para fundir más nieve. Finalmente todo está listo, reviso por última vez mis amuletos: la foto de mis dos hijos, el peluche y el dibujo de mi Kami y sobre todo la bandera que hice para ella para el momento de la cima.

Afuera hay un derroche de estrellas, la luna en cuarto menguante se apoya en las estrellas para alumbrar la noche un poco más. Por encima de nosotros hay una larga hilera de lucecitas que van de camino al collado donde arranca la arista que conduce a la cima. Me acomodo los guantes el gorro y la mochila. A las dos y cuarenta y cinco de la madrugada comienzo a andar pensando en la bandera y en el dibujo, eso me anima, eso me ilusiona. Sé que hoy llegaré hasta la cima.

A las cuatro y quince de la madrugada alcanzo a Paul y Martin, los dos guías alemanes, luego a Edurne y Juanito que han abierto la huella la última parte. El altímetro marca 7.400 metros, aquí se inicia la arista que conduce a la cima.

Como en un cato programado los cuatro me ceden el paso para que vaya adelante y abra la vía. Apenas me adelanto empiezo a disfrutar del placer que significa dejar mi propia huella en terreno virgen. Unas veces mis pasos quiebran la costra de nieve endurecida por el viento y en otras ocasiones, cuando encuentro nieve fresca, me hundo hasta las rodillas y dejo también en cada oquedad la impronta de mi nombre y apellido.

Me voy directamente a la arista para seguir por allí derecho hacia la cima. Cuando alcanzo el filo del lomo, el viento que sopla desde China me golpea muy fuerte en la cara y en el cuerpo, y con ello la temperatura baja muchísimo, me protejo aún más con la chaqueta y las gafas de tormenta.

7.980 metros

Con cada paso hundiéndome en la nieve voy subyugando cada metro de esta inmensa montaña y subo disfrutando de la incomodidad, de la dureza, el cansancio y el frío. Llego por fin a la finísima arista que lleva a la cima, la nieve es de peores condiciones, me hundo hasta la cintura y por un momento imposible remontar ese escollo.

Juanito me ha dado alcance y se apura en darme seguro para que yo a pura fuerza supere la inmensa costra de nieve fresca, y pueda finalmente alcanzar el otro lado de la arista. Intento una vez y solo consigo hundirme más sin progresar ni un centímetro; voy a la carga una segunda vez y me va peor que antes, a eso le añado el miedo que tengo de caerme al otro lado de la arista.
Juanito me anima que haga otro intento y por fin lo logro.

Me engancho a la cuerda que han dejado los coreanos la semana pasada y respiro aliviado, la cima está allí, al alcance de mi mano.

Un último resalte y por arriba del todo. Le espero a Juanito, nos abrazamos en la cima y me echo a llorar con ganas, con muchas ganas y la emoción de un niño.
A las ocho y quince de la mañana en la cima del Gasherbrum 2 a 8.035 metros.

Luego llega Edurne, también le abrazo y lloro más. Abro la mochila torpemente con las manos agarrotadas por el frío y saco la bandera que he confeccionado como obsequio de amor para mi hijita Kamila.

Le pido a Edurne que me tome una foto, mientras ella enfoca la cámara puede leer el texto que he escrito “Kamilita, su amor y su nobleza le hacen grandiosa”

Nos quedamos dos horas en la cima, yo entre el llanto y la gratitud, después de haberles llamado por teléfono satelital a mis dos hijos y decirles cuanto les amo.